La "Guerra contra las Drogas" como Control Mental

La "Guerra contra las Drogas" es frecuentemente presentada como una batalla contra el abuso de sustancias, pero muchos argumentan que sirve a un propósito más profundo y siniestro: el

METROPOLICAHIPPIESREVOLUCIÓN INTELECTUALNO DROGAS

Miguel Rico

11/19/20252 min read

La "Guerra contra las Drogas" como Control Mental

La "Guerra contra las Drogas" es frecuentemente presentada como una batalla contra el abuso de sustancias, pero muchos argumentan que sirve a un propósito más profundo y siniestro: el control de individuos con pensamiento libre. Al criminalizar ciertas sustancias, particularmente aquellas asociadas con la expansión mental y la liberación, el gobierno ejerce control no solo sobre los cuerpos físicos de sus ciudadanos, sino también sobre sus pensamientos y libertades. Esta campaña apunta a aquellos que desafían el status quo, que se atreven a pensar más allá de los rígidos límites establecidos por los sistemas políticos, industriales y médicos de la sociedad.

El enfoque en sustancias como la marihuana, que se ha demostrado tiene beneficios medicinales y representa menos peligro que sustancias legales como el alcohol, plantea preguntas sobre los verdaderos motivos detrás de su criminalización. Muchos creen que la verdadera amenaza que representa la marihuana es su capacidad de abrir mentes, de fomentar el cuestionamiento y de promover un sentido de libertad que es antítesis de un sistema construido sobre la conformidad y el control.

El aumento en las tasas de encarcelamiento, particularmente por delitos de drogas no violentos, se ve como una forma moderna de esclavitud. Las cárceles están llenas de individuos cuyo único crimen fue buscar una alternativa a las realidades adormecedoras de la vida cotidiana bajo un sistema represivo. Esta guerra contra las drogas no se trata solo de controlar sustancias; se trata de controlar personas, asegurándose de que permanezcan obedientes, cumplidos trabajadores y consumidores.

El miedo que impulsa esta guerra es el miedo a perder el control sobre una población que podría desafiar los mismos fundamentos del sistema. El potencial de un despertar colectivo, impulsado por el uso de sustancias que expanden la mente, amenaza con trastornar el orden establecido. Como resultado, el gobierno y sus aliados han declarado la guerra no solo a las drogas, sino a la misma noción de libertad personal y autodescubrimiento.

Para aquellos que aprecian su libertad, este es un tema que no puede ser ignorado. La guerra contra las drogas es un síntoma de una enfermedad más profunda dentro de la sociedad, una enfermedad que busca silenciar la disidencia y mantener un control estricto sobre el poder. No se trata solo de una batalla sobre sustancias, sino sobre el derecho a pensar libremente, a explorar la propia conciencia y a vivir sin temor a la persecución.

En respuesta, se necesita un esfuerzo unido y decidido para cambiar la percepción pública de la marihuana y otras sustancias. Estas sustancias deben ser reconocidas por su valor medicinal, industrial y espiritual. El gobierno también debe invertir en investigación sobre los usos culturales y terapéuticos de los psicodélicos, reconociendo su papel en la historia humana y su potencial para el crecimiento personal y la curación.

La lucha contra la guerra contra las drogas es una lucha por el alma de una sociedad que valora la libertad, la creatividad y el derecho a explorar las profundidades de la conciencia humana. Es una lucha que exige acción, no solo de aquellos que han sido directamente afectados, sino de todos aquellos que creen en el derecho fundamental a pensar y vivir libremente.