Santa Sabina - Sueño con Serpientes

La versión de "Sueño con serpientes" interpretada por Santa Sabina es un homenaje profundo y oscuro al clásico compuesto por Silvio

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Miguel Rico

10/25/20254 min read

Santa Sabina y el eco de las serpientes: un viaje por las sombras del alma

Hay canciones que se escriben para la eternidad, y hay voces que, al interpretarlas, les otorgan un nuevo destino. En ese punto de encuentro entre lo eterno y lo efímero, entre lo místico y lo terrenal, surge la versión de “Sueño con serpientes” que Santa Sabina incluyó en su álbum Mar adentro en la sangre.

El tema original, creado por Silvio Rodríguez, es un viaje onírico y simbólico, una metáfora del enfrentamiento perpetuo con los monstruos internos, con los males que renacen una y otra vez bajo nuevas formas. Pero cuando Santa Sabina se apropia de esta pieza, el sueño se transforma: ya no es solo el sueño de un trovador filosófico, sino una travesía por las profundidades del alma humana.

El origen del sueño: Silvio Rodríguez y la serpiente infinita

Silvio Rodríguez escribió “Sueño con serpientes” durante la efervescencia de la Nueva Trova Cubana, ese movimiento que combinó poesía, compromiso político y búsqueda espiritual en una Cuba que debatía entre utopías y desencantos.
La canción —un clásico del llamado acid folk o folk psicodélico— está construida con una cadencia hipnótica, un vaivén de órgano y guitarras que remite al mar, al sueño, a la batalla sin fin del ser humano frente a sus miedos.

En sus versos, las serpientes se multiplican. Cada una representa un obstáculo, un enemigo, una prueba existencial. Cuando una muere, otra nace. Cuando una parece vencida, otra espera al acecho.
Es una metáfora que habla de la naturaleza cíclica del dolor, de la eterna lucha por la libertad interior.

Santa Sabina: el arte de transformar la oscuridad

Años después, en un México que comenzaba a mirar hacia dentro de su propio laberinto cultural, Santa Sabina —banda formada en 1989 y encabezada por la inolvidable Rita Guerrero— tomó esta canción y la llevó a otro plano.
Su versión, incluida en Mar adentro en la sangre, no es una simple reinterpretación: es una ceremonia.

La voz de Rita emerge como un conjuro. Su timbre, entre teatral y celestial, carga de dramatismo cada palabra. Donde Silvio hablaba con calma filosófica, Rita grita con el alma. Donde la trova sugería reflexión, Santa Sabina propone un rito de purificación.
La instrumentación, tejida por Poncho Figueroa, Pablo Valero y Jacobo Liberman, es un lienzo de penumbra sonora: guitarras que se deslizan como ecos líquidos, teclados que parecen respirar niebla, percusiones que laten como un corazón antiguo.

El resultado es una atmósfera densa, casi gótica, que evoca las entrañas de un sueño lúcido. Cada nota es una gota de sangre que cae lentamente en el agua.

Una voz que no muere

Rita Guerrero —fallecida el 11 de marzo de 2011— dejó en esta interpretación una huella espiritual. Su presencia en el tema no es solo la de una cantante, sino la de una médium que canaliza la emoción y la transforma en energía sonora.
Su voz no canta: habita. Invoca. Resiste.

En su versión de “Sueño con serpientes”, se escucha no solo la lucha contra las sombras externas, sino también el combate íntimo contra la desesperanza, la soledad y la muerte.
Rita convirtió el mensaje político de Silvio en una experiencia metafísica. El “yo” del trovador se disuelve en una voz colectiva, femenina, terrenal y a la vez etérea, que dialoga con los fantasmas del alma.

El poder de reinventar sin destruir

Lo que hace Santa Sabina con esta canción es, en el fondo, un acto de alquimia: toma un himno poético de resistencia y lo funde con la estética del rock oscuro mexicano.
No lo contradice, no lo suaviza, no lo despoja de su raíz. Lo reinterpreta desde otro ángulo, el de la lucha emocional, la introspección y la belleza trágica.

En una época donde la industria buscaba uniformidad sonora, Santa Sabina se atrevió a ir en contra del cauce. Y en esa disidencia artística radica su grandeza: cada acorde parece una pregunta, cada silencio una confesión.

El eco cultural: serpientes que siguen soñando

La huella de “Sueño con serpientes” se extiende más allá del tiempo y de sus versiones. Artistas como Mercedes Sosa, León Gieco, Ana Belén o Los Bunkers también la han reinterpretado, cada uno desde su universo emocional.
Pero la lectura de Santa Sabina destaca por su profundidad simbólica, por esa mezcla de espiritualidad y oscuridad que la hace única dentro del panorama latinoamericano.

En la escena del rock mexicano, su versión representa un punto de unión entre la poesía trovadoresca y el rock de vanguardia, entre el misticismo latino y la experimentación sonora de los 90.

Mar adentro en la sangre: el ritual sigue

Escuchar “Sueño con serpientes” en la voz de Rita Guerrero es entrar en un templo sonoro. Es sentir que las serpientes de Silvio siguen vivas, pero ahora reptan entre las sombras del alma humana, entre el eco de una voz que se niega a desaparecer.
Cada nota parece contener la promesa de una resurrección.
Y cada silencio, la certeza de que la música —cuando se hace con verdad— es también una forma de redención.

“Sueño con serpientes” no solo fue reinterpretada por Santa Sabina. Fue renacida.
Y en ese renacimiento, la banda mexicana nos recuerda que hay canciones que no se escuchan: se habitan.

Santa Sabina y "Sueño con serpientes: Una reinterpretación del clásico de Silvio Rodríguez

La versión de "Sueño con serpientes" interpretada por Santa Sabina es un homenaje profundo y oscuro al clásico compuesto por Silvio Rodríguez en 1974. Originalmente incluida en el disco Días y flores, la canción de Silvio emplea un lenguaje surrealista y metafórico para abordar la lucha constante contra desafíos u obsesiones, representados como serpientes que resurgen más grandes y feroces tras cada enfrentamiento.